Este posiblemente sea mi árbol favorito y creo que el único que he bautizado yo. Me lo encontré en una colección privada en el 2006 y al final conseguí comprarlo, en ese momento estaba bastante mal de salud, casi se había muerto en la recuperación, por lo que esperé unos meses antes de traérmelo a casa.
Este es el aspecto que tenía la primera vez que lo vi.
Así estaba cuando me lo traje a casa
Este pino es rarísimo, tiene trozos de madera hechos en círculos concéntricos y además está lleno de resina, no sé porque se ha producido, y a pesar de que le he preguntado a muchísima gente nadie me ha dado una versión que me convenza. Estos son algunos detalles.
Ese año aproveché que el club hacía un taller con David Benavente para llevarlo y trabajarlo con él. Aunque el resultado fue bueno la decisión fue equivocada. El árbol estaba plantado en una caja de porex y en una tierra poco drenante, muy inadecuada para el clima gallego y el árbol enfermó, debía haberlo transplantado antes de trabajarlo.
Este es el aspecto que tenía la primera vez que lo vi.
Así estaba cuando me lo traje a casa
Este pino es rarísimo, tiene trozos de madera hechos en círculos concéntricos y además está lleno de resina, no sé porque se ha producido, y a pesar de que le he preguntado a muchísima gente nadie me ha dado una versión que me convenza. Estos son algunos detalles.
Ese año aproveché que el club hacía un taller con David Benavente para llevarlo y trabajarlo con él. Aunque el resultado fue bueno la decisión fue equivocada. El árbol estaba plantado en una caja de porex y en una tierra poco drenante, muy inadecuada para el clima gallego y el árbol enfermó, debía haberlo transplantado antes de trabajarlo.
En esta foto se puede ver como la primera rama baja de la derecha empezaba a secarse y detrás de ella iban las demás, al final se secaron tres, menos mal que ninguna era fundamental.
Decidí cortar la caja de porex y construir una alrededor de madera dejando los listones separados entre si y a unos 2cm del cepellón para poder meter grava gorda y que así el pino estuviese más ventilado, además empecé un tratamiento con un montón de fungicidas, abonos foliares, estimuladores del crecimiento y le restringí el agua al máximo, llegando a regarlo solo 3 veces en todo el verano.
Al final conseguí que recobrase la salud, y este es el aspecto que tenía un año despues, preparado ya para el transplante
Caronte en la mitología griega era el encargado de llevar a las almas al inframundo.
Este pino ha estado varias veces al borde de la muerte, por eso le he puesto ese nombre, me gusta pensar que como el barquero cuando está en la orilla del inframundo está débil y al borde de la muerte y cuando vuelve a la orilla de los vivos recupera la salud y el vigor. Esperemos que en los próximos años no viaje mucho...je,je,je que friki soy...
un año después transplantado
Este es caronte, después de haber estado al borde de la muerte, y después de haberme ariesgado a trasplantarlo para solucionar el problema pero sin unas garantías mínimas de supervivencia, lo ha agradecido con una brotación impresionante, por lo que me he puesto manos a la obra para limpiar agujas viejas, selecionar crecimientos y brotes, y prepararlo para el invierno
1 comentario:
Hola alberto...
enhorabuena por su salvación!
desde la primera vez que ví ese pino en tu terraza siempre pensé que era uno de los mejores que había visto nunca, y por ello espero verle pronto por alguna expo eh?
un abrazo,
Alex
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