Esta era una sabina de "desecho", tenía las raíces solo en la punta, y en el tronco apenas dos pelillos, por lo que la conseguí a un coste, muy reducido, por que en un principio no valia para nada, ya que lo mas probable es que solo viviese la punta y secase la vena de todo el tronco.
lo que hice fué regar esta zona de la maceta solo, durante 2 años, que es donde me interesaba que saliesen las raíces, y dejar que el resto se secase, es arriesgado, pero era la única forma de aprovechar la planta.
La malla de metal estaba llena de musgo y pomice para favorecer el enraizamiento en esa zona, pero poco a poco fuí sacándoselo, ya que esa curva me interesaba descubierta
esta parte es donde estaban las raíces que fuí matando de sed, y que poco a poco fuí eliminando para que las del tronco ganasen más fuerza, hasta que hace un mes aproximadamente las corté todas.
Después de esperar un mes y ver que la planta no se resentía, no sabía lo largo que era el tronco que había en la maceta, así que empecé a sacar tierra, y cual fué mi sorpresa cuando vi que todas las raíces estaban en un cuarto de la maceta.
Así que simplemente corté los alambres que la anclaban, saqué el cepellón en un bloque y lo pasé a una maceta de bonsai, sin tocar nada, al estar en pomice solo, no necesitaba deshacer el cepellón.
Buen trabajo Alberto, ahora ya da para hacer un bonsái decente con ella. Has sacado petroleo de un deshecho, eres un "crack".
ResponderEliminarUn abrazo
Impresionante el cambio. A veces, el pensar diferente provoca estos milagros.
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