Una de las cosas que más me llamó la atención es que no se separaba de su cámara y que lo fotografiaba todo, a saber que le contará a sus colegas cuando llegue a Japón...
En el jardín de Vila, donde fué comentando los árboles y proponiendo distintos cambios y formas de mejorarlos
también hizo lo mismo en mi casa, aunque como el día no acompañaba no dió tiempo a tanto
y como no solo de bonsai vive el hombre, también hubo un poco de gastronomia, al final resulta que casi todo lo que comemos en Galicia tambien lo comen en Japón, al pulpo le llaman tako(no creo que se escriba así), aunque ellos no lo preparen estilo Feira
¡no os perdais los próximos post, no tienen desperdicio!