El mediano de la familia

Este árbol me lo regalaron porque parecía no servir para nada, no conservo fotos de cuando llegó a casa, estaba recién recuperado y ni siquiera estaba plantado, tenía conicidad inversa, era una bola enorme de ramas cruzadas y estaba lleno de musgo, en fin un desastre.
Después de una poda basta y una maceta de plástico subiendo el nivel de plantado hasta la parte más gruesa, mejoraba mucho y ya parecía que se podría hacer algo curioso con él, evoluciona bastante lentamente, pero se ha convertido en un árbol que me gusta mucho, sobre todo por el tamaño tan bueno que tiene.