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La historia de este tejo se remonta unos tres años atrás, el padrino de mi novia quería arrancarlo del jardín, ya que le molestaba para la obra que tenía que hacer y me lo ofreció, yo pensaba que tendría el grosor de un brazo, y cuando llegué me encontré esta mole...
Pensé que necesitaría dos días para sacarlo, pero solo había unos 25 cm de tierra buena y después una capa de piedra que no permitía que las raíces crecieran hacia abajo, por lo que en media hora estaba fuera, eso si con la ayuda de mi colega el de la foto
esta parte del tronco estaba enterrada, pero en el futuro habrá que desenterrarla para aprovechar el movimiento de las venas.
Para meterlo en un contenedor minimamente manejable necesite maquinaria pesada...
Ensayando para la gira del año que viene
Ya plantado, más o menos la mitad el tronco está bajo tierra....
ESe año brotó bien, así que decidí transplantarlo de nuevo, y menos mal que lo hice porque la tierra de origen que había dejado empezaba a pudrir las raices...
Lavé todo el cepellón con agua a presión y lo planté en greda volcánica sola.
visto desde abajo el nebari tiene un defecto, o una virtud, si ahuecamos esa parte en un futuro puede ser un frente interesante.
ya plantado, aunque queda un trozo enterrado ahora se ve mucho más del árbol...
Por circunstancias de la vida el tejo paso a formar parte de la colección de Luis Alberto, y decidió que quien mejor que Kevin para hacerle un boceto del camino a seguir.

En esta foto Kevin planteando el trabajo de leña seca...
Metiéndole makita...
cuanto más bajo sea el árbol más gordo parecerá el tronco, por lo que se decidió cortar la parte alta del árbol, se contaron entre 30 y35 anillos de crecimiento...
visto desde atrás y siguiendo con la madera
Esto solo es un esbozo de lo que quedará en un futuro, todavía queda mucho trabajo de madera por delante...
El árbol acabado, ya tenemos un diseño en mente y un mapa de los trabajos que hay que realizar en un futuro...