Este prunus mahaleb es de lo que he conseguido hasta el momento el que mejor madera muerta tenía de todos, eso si, solo era madera muerta, las ramas salían de la base, por lo que hacer algo con él era casi imposible.
Para mi sorpresa cuando se lo enseñé a Pep Berch, le gustó y me pidió que se lo pasase, en esta foto ya está en su jardín visto desde su nuevo frente.
Pep aligeró bastante el tronco, lo transplantó y cambió el ángulo de plantado para darle un mínimo de movimiento, después pasó una de las ramas por detrás y la subió para formar con ella la parte alta del árbol y el ápice.
este era el aspecto que tenía después de brotar
y este después de un nuevo alambrado.
Ver como de un material que para mi era inservible ha sacado un árbol decente ha cambiado mucho mi mentalidad a a hora de valorar los árboles que llegan a mis manos...¡Gracias Pep!
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